Como estoy en prácticas, dejo aquí una carta al director escrita, pero no publicada. Unos pensamientos lanzados al aire. Sobre el fútbol y la prensa. La prensa y el fútbol:
"El fútbol está repleto de lugares comunes y tópicos. Y ni siquiera un Barcelona-Real Madrid, o viceversa, escapa a esas cadenas. Se asoma el clásico –que ha mudado su tradicional denominación de derbi- y arranca el engranaje del servicio de documentación de los medios informativos: se recuperan datos y fechas, goles y anécdotas; los ancestros cobran actualidad y los jugadores con pasado blaugrana o madridista que militan en el archirival son perseguidos como auténticos tótems.
Rebasado el partido del siglo, que últimamente aporta más expectación y tensión que fútbol, llega la inevitable polémica (lamentable en esta ocasión por la imperdonable actuación de un sector de la hinchada culé) ... y también el debate sobre la presunta neutralidad de la prensa de Madrid y Barcelona. Dos ejercicios del periodismo contrapuestos que defienden intereses contrapuestos. Decir cuál de las dos escuelas de prensa es más neutral es un debate estéril. Es como rebatir qué diario de información general, el Abc, El País, El Mundo o La Vanguardia, es menos sospechoso. Periódicos como el Marca o el As no son más neutrales que el Mundo Deportivo o el Sport sino que cada uno defiende su mercado.
Nadie puede asumir esa pretendida objetividad que resulta siempre inalcanzable. Ni las propias agencias de información (esa clase de prensa anónima y tan denostada, pero, considero, tan útil) pueden llegar a alcanzar esa meta. Es un horizonte que nos marcamos como obligación los que trabajamos en ellas, aunque no somos tan presuntuosos de arrogarnos esa condición de neutrales. La objetividad no existe.
Cierto es que la prensa deportiva de Madrid tiene una tradición más generalista, por contagio de la nacional y la ambición de alcanzar todos los mercados, y, en ese sentido, pudiera parecer más neutral que la de la Ciudad Condal. Pero también, que ha apostado por el Real Madrid porque los estudios de mercadotecnia demuestran que, como afirmaba orgulloso Florentino Pérez, “España es madridista”. En cambio, en más de diez años de estancia en el foro no he sentido esa presunta neutralidad. Desde Madrid se cae igualmente en el provincianismo y partidismo con el que acusan a la prensa de la periferia, se toma partido en titulares, boletines de radio local y televisión autonómica cuando el objeto en ensañarse con la derrota o los problemas internos del Barcelona. Ello no justifica que se empleen titulares que fomenten la violencia o, si se quiere, más apasionados como los que usan en ocasiones algunos medios de Barcelona. Ni que se caiga en la tentación de justificar los arrebatos pasionales de un presidente como Joan Gaspart. Ni que se oculte el bochorno de unos incidentes que no deben repetirse.
Entre tanto, el fútbol elude su responsabilidad al culpar de esta violencia puntual a “elementos aislados” que se sirven de su caja de resonancia para llevar a cabo sus tropelías. En ese caso, ¿por qué se siguen sufragando a estos supuestos hinchas? ¿Por qué no se imponen sanciones más ejemplarizantes? Lástima que todo ello haya castrado el debate futbolístico del clásico sobre dos ‘grandes’ llegados a menos: el gris Barcelona encorsetado a una libreta, y el Madrid de las megaestrellas en alarmante baja forma. Claro que cada uno lo ve según el prisma elegido. Real Madrid y Barcelona, Barcelona y Real Madrid son extremos que no se tocan. Guardan las apariencias. Como la prensa de Madrid y Barcelona. ¿Cuál es más neutral? Eso, creo, es un debate estéril".
"El fútbol está repleto de lugares comunes y tópicos. Y ni siquiera un Barcelona-Real Madrid, o viceversa, escapa a esas cadenas. Se asoma el clásico –que ha mudado su tradicional denominación de derbi- y arranca el engranaje del servicio de documentación de los medios informativos: se recuperan datos y fechas, goles y anécdotas; los ancestros cobran actualidad y los jugadores con pasado blaugrana o madridista que militan en el archirival son perseguidos como auténticos tótems.
Rebasado el partido del siglo, que últimamente aporta más expectación y tensión que fútbol, llega la inevitable polémica (lamentable en esta ocasión por la imperdonable actuación de un sector de la hinchada culé) ... y también el debate sobre la presunta neutralidad de la prensa de Madrid y Barcelona. Dos ejercicios del periodismo contrapuestos que defienden intereses contrapuestos. Decir cuál de las dos escuelas de prensa es más neutral es un debate estéril. Es como rebatir qué diario de información general, el Abc, El País, El Mundo o La Vanguardia, es menos sospechoso. Periódicos como el Marca o el As no son más neutrales que el Mundo Deportivo o el Sport sino que cada uno defiende su mercado.
Nadie puede asumir esa pretendida objetividad que resulta siempre inalcanzable. Ni las propias agencias de información (esa clase de prensa anónima y tan denostada, pero, considero, tan útil) pueden llegar a alcanzar esa meta. Es un horizonte que nos marcamos como obligación los que trabajamos en ellas, aunque no somos tan presuntuosos de arrogarnos esa condición de neutrales. La objetividad no existe.
Cierto es que la prensa deportiva de Madrid tiene una tradición más generalista, por contagio de la nacional y la ambición de alcanzar todos los mercados, y, en ese sentido, pudiera parecer más neutral que la de la Ciudad Condal. Pero también, que ha apostado por el Real Madrid porque los estudios de mercadotecnia demuestran que, como afirmaba orgulloso Florentino Pérez, “España es madridista”. En cambio, en más de diez años de estancia en el foro no he sentido esa presunta neutralidad. Desde Madrid se cae igualmente en el provincianismo y partidismo con el que acusan a la prensa de la periferia, se toma partido en titulares, boletines de radio local y televisión autonómica cuando el objeto en ensañarse con la derrota o los problemas internos del Barcelona. Ello no justifica que se empleen titulares que fomenten la violencia o, si se quiere, más apasionados como los que usan en ocasiones algunos medios de Barcelona. Ni que se caiga en la tentación de justificar los arrebatos pasionales de un presidente como Joan Gaspart. Ni que se oculte el bochorno de unos incidentes que no deben repetirse.
Entre tanto, el fútbol elude su responsabilidad al culpar de esta violencia puntual a “elementos aislados” que se sirven de su caja de resonancia para llevar a cabo sus tropelías. En ese caso, ¿por qué se siguen sufragando a estos supuestos hinchas? ¿Por qué no se imponen sanciones más ejemplarizantes? Lástima que todo ello haya castrado el debate futbolístico del clásico sobre dos ‘grandes’ llegados a menos: el gris Barcelona encorsetado a una libreta, y el Madrid de las megaestrellas en alarmante baja forma. Claro que cada uno lo ve según el prisma elegido. Real Madrid y Barcelona, Barcelona y Real Madrid son extremos que no se tocan. Guardan las apariencias. Como la prensa de Madrid y Barcelona. ¿Cuál es más neutral? Eso, creo, es un debate estéril".
2 comentarios:
LA NEUTRALIADAD EN EL DEPORTE POR LOS PERIODISTAS, aunque se intente, en algún momento en la información de las noticias se entreven las tendncias de cada uno.
¡QUÉ SE LA VA HACER SOMO HUMANOS!.
Otro tema es la violencia en el deporte, la cual también se vive en el día a día en nuestra sociedad. Un asunto más polémico.
CORRECCIÓN DE LA ERRATA:¡QUÉ SE LE VA A HACER SOMOS HUMANOS!. Las prisas nunca fueron buenas y hace que cometamos faltas de ortografía.
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